Las mujeres estamos de moda (por fin!)

A fin de año, unos días antes de que empiece la locura de las despedidas, cierres laborales y fiestas navideñas, asistí a la segunda edición del Women Leadership Forum en La Rural, organizado por el diario El Cronista y la revista Apertura. Participaron 10 mujeres líderes de distintos rubros y el objetivo del encuentro fue reflexionar acerca del liderazgo femenino, compartir experiencias y brindar consejos.

Me interesa compartir la historia y opinión de tres mujeres emprendedoras que nos inspiran, que supieron romper con distintas barreras que les presentó la vida y triunfar en lo que hacen: Gabriela Terminielli, Vicepresidenta de Voces Vitales; Andy Clar, creadora de Chicas en New York y Laura Lichtmaier, socia fundadora de Simones, marca de bolsos y mochilas.  

Gabriela Terminielli, Vicepresidenta de Voces Vitales, fundación dedicada a promover el liderazgo de las mujeres para impulsar el crecimiento de sus comunidades; dijo que el tema “mujer” está en agenda, tanto en la pública como en la privada: “las mujeres emprendedoras necesitan más visibilidad, pero las mujeres que trabajan en las corporaciones, no tienen visibilidad, ni siquiera las número uno”. Propuso que dejemos de hablar del concepto “techo de cristal”, y pasemos a hablar de cómo construimos nuestra carrera y logramos alinearla a nuestro ciclo vital.

Imagen tomada del Facebook de Voces Vitales Argentina 

“Los primeros 10 años laborales son muy parejos con los hombres, cuando entramos en los 30 empiezan los problemas, porque se plantea el tema de la maternidad, no tenemos ganas de ir a los happy hours y a los eventos fuera del trabajo” afirmó. “Por eso tenemos que hacer networking como un hábito, de 9 a 18, no nada más en los eventos. Tiene que ser un hábito incorporado. Eso impacta en la carrera, llegas a los 30/35 años fortalecida laboralmente y económicamente. Cuando llega el momento de plantearte ser madre, tenés más herramientas para negociar”, recomendó.

Respecto a las deudas pendientes, tanto en las corporaciones como dentro del emprendedorismo, dijo que las mujeres tienen que juntarse más, estar en asociaciones, cámaras y sindicatos; y sostuvo que “eso permite conocer a otras mujeres y aprender acerca del ámbito político, donde es fundamental que seamos más”.  

La segunda historia que quiero rescatar de este encuentro de mujeres es la de Andy Clar, creadora de Chicas en New York. Es muy interesante su capacidad de reinventarse: un proyecto que comenzó siendo un cable a tierra de su trabajo -contar tips a sus amigos y conocidos acerca de la ciudad que nunca duerme-, algo que empezó siendo un escape del estrés laboral, se convirtió en una oportunidad de negocio. “Siempre digo que cuando uno emprende cree que debe tener una idea fantástica, y no siempre es así, también se puede ser emprendedor con ideas sencillas”, afirmó. A los viajes a distintas partes del mundo (NYC, Santiago de Chile, Tokio, entre otros) le siguió la tarjeta que lanzó en alianza con un banco, beneficios para lectoras, Chicas Foodies, un libro, en sus palabras “una verdadera comunidad que se transformó en algo más que compartir tips a New York”. Según aseguró: “El negocio comenzó a crecer con la gente que no viaja todo el tiempo. Así surgió la tarjeta de crédito con beneficios diferenciales para quienes aman viajar, pero no lo hacen constantemente”.  

Imagen tomada del Facebook de Chicas en New York

Respecto a la comunicación de su emprendimiento contó: “Manejar yo misma las redes de Chicas en New York hizo que tuviera el termómetro de lo que pasaba, empecé a detectar la demanda que había en determinados temas”. “Encontrar la oportunidad y donde falta algo, transformarlo a mi medida y transmitirlo, es lo que más me gusta”, sostuvo. “No hay mejor forma de saber qué pasa, que hablar con las consumidoras y las lectoras. Eso trascendió  el destino, de Colonia a NYC, lo que interesa es la manera en como lo cuento”.

Respecto a la tarjeta, dijo que uno de los objetivos era que las emprendedoras puedan tener los mismos beneficios que las grandes marcas, que ellas puedan vender y tener la misma visibilidad que otras firmas con más recursos. Contó que ya tienen 100 emprendedoras a las que el banco no les descuenta un peso y tienen la posibilidad de vender con tarjeta de crédito y en cuotas y sin necesidad de que eso les genere un gasto extra.

Imagen tomada del Facebook de Chicas en New York

En cuanto a su experiencia como mujer emprendedora dijo que le apasiona ese tema y quienes tienen la posibilidad de comunicar, tienen que ser muy cuidadosos con los mensajes que dan: “Si puedo transmitir mi experiencia y de esta forma motivar a otras emprendedoras, eso es una satisfacción única. Tenemos un plan para el 2018 focalizado en un 80% en emprendedoras. No creo en la excusa del tiempo, siempre hay tiempo si a uno le interesa hacerlo, siempre hay tiempo para aquello que a uno le apasiona”.

Por último, respecto al accidente que sufrió cuando tenía 23 años, hizo hincapié en que haber podido caminar otra vez fue su mayor logro, cambió su personalidad y su forma de ver las cosas y la ayudó a darse cuenta que nada es imposible.

Para finalizar, me interesa compartir la historia de otra emprendedora, se trata de Laura Lichtmaier, fundadora de Simones, quien hizo hincapié en cómo es emprender en pareja. La marca nació inspirada en Simón, el perro de Laura. Ella contó que trabajar en pareja tiene muchas cosas positivas: los intereses son compartidos y nadie te entiende mejor que tu novio o marido, pero afirmó: “En nuestro caso somos muy distintos, eso permitió que Simones nazca y crezca pero en esas diferencias que tenemos, a veces hay problemas, dirimir las diferencias cuando el otro es tu pareja y hay confianza, es difícil. Cuando llegamos a casa tratamos de no hablar del trabajo”.  

Imagen tomada de Apertura.com 

Respecto a como es emprender, señaló: “Como emprendedora puedo afirmar que las experiencias personales y todas las vivencias van moldeando el que será tu proyecto, tu emprendimiento. En mi caso, un viaje de 5 meses por Europa me hizo crecer mucho”. Contó que cuando la marca ya existía y abrieron la primera góndola en un shopping, fue un quiebre. Dijo: “Cuando nos empezaron a copiar, tomamos esa amenaza como el punto de partida, quisimos abrir nuestro primer local a la calle, crear marca”.

Consultada acerca de los obstáculos que se le presentaron, contestó: “No sentí trabas por ser mujer, sí fue un desafío ser mamá en medio de la explosión de la marca”, señaló. “Aunque suene a frase hecha, lo más importante es descubrirse a una misma y ver qué es lo que nos gusta”. Según ella eso no siempre está tan claro y si estamos haciendo algo que no nos motiva, intentar cambiarlo y buscar qué nos gusta es la clave.

Siempre es bueno conocer la historia de aquellas mujeres que se animaron. Espero que si estás pensando en emprender, estas experiencias te sirvan para dar el paso inicial!

Nos leemos en breve. Saludos!

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Flor
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