De la cabeza: Productos naturales para cuidar el pelo

  • ACEITE DE COCO:

Sin dudas, es la estrella de los productos naturales para el pelo por todas las propiedades que tiene. En primer lugar, tiene una particularidad que no tienen muchos otros aceites que es que su estado se modifica con la temperatura. En contacto con el calor, tiene la consistencia de aceite que todxs conocemos pero si se lo deja enfriar un poco, se va haciendo más espeso hasta solidificarse. Esto permite que al aplicarlo en el cabello estando a una temperatura mayor a 24° aproximadamente (en estado líquido para manejarlo con mayor facilidad) cuando comience a condensarse vaya reteniendo la humedad del cabello. De esta forma se logra una hidratación mucho más profunda y, en consecuencia, menos probabilidades de quiebre. Además, contiene proteínas compatibles con las del pelo, lo cual ayuda muchísimo a nutrirlo, hidratarlo y controlar el frizz. Otro beneficio del aceite de coco (utilizado en el cuero cabelludo) es que funciona como anticaspa, antipiojos y anticaída. Puede ser aplicado de muchas formas: como pre-shampoo, luego del lavado en largos y puntas, mezclado con otros ingredientes, etc. Particularmente con la que tuve mejor resultado es aplicarlo de a mechones en todo el pelo estando seco y masajeándolo (exceptuando las raíces en casos de pelo muy graso). Luego dejarlo actuar mínimo durante media hora con alguna gorra de baño o envuelto con una toalla. Podemos tenerlo por el tiempo que consideremos, incluso durante toda la noche. Finalmente, en este caso y en cualquiera que apliquemos algún aceite de cualquier tipo, es importante lavarlo muy bien aplicando shampoo más de una vez. El aceite de coco se consigue en la mayoría de las dietéticas, debemos pedir que sea extra vírgen y que no tenga ningún tipo de agregado artificial.

 

  • PALTA:

Ideal para el cabello seco. Contiene mucha vitamina E y proteínas y aporta una gran hidratación, nutrición y brillo. Lo importante es que utilicemos paltas que estén bien maduras, que generalmente son las que por fuera tienen un color más cercano al negro que al verde. Se puede mezclar con aceite de coco, de oliva, de almendras o incluso también con yoghurt natural para que sea más sencillo trabajarla. Esa mascarilla se puede aplicar en todo el pelo estando seco (evitando las raíces) con las manos masajeando mechón por mechón y hay que dejarla actuar unos veinte minutos como mínimo con alguna gorra de baño puesta. Lógicamente, es importante luego lavar muy bien el cabello para quitar todos los restos de la mascarilla. En principio debemos aplicarla una vez o dos por semana (dependiendo de qué tan seco esté el pelo en principio) y con el correr del tiempo cuando ya vamos notando resultados, puede ser una vez cada quince días.

 

  • ALOE VERA:

Contiene más de 20 minerales y las vitaminas A, B1, B2, B6, B12, C y E. Además de nutrirlo, en cabellos muy grasos ayuda a reducir los aceites naturales que genera el cuero cabelludo que pueden producir caspa y, en casos extremos, hasta impedir el correcto crecimiento del pelo. Lo que se aplica en el cabello es el gel que contienen las hojas de la planta. Ese gel puede aplicarse solo o mezclado con algún otro ingrediente natural como aceite de almendras o de coco. También se va trabajando como si fuese una mascarilla y se deja quince minutos en el pelo, luego lo lavamos como lo hacemos comúnmente. Tener una planta de aloe vera e ir cortando las hojas a medida que las vamos necesitando sería lo ideal, no solamente porque ese tipo de plantas son muy económicas sino también porque así nos aseguramos de que no contenga ningún tipo de conservante ni nada artificial. Pero también en algunas dietéticas (o en mercadolibre) se puede conseguir el gel de las hojas a un precio accesible.

 

  • HUEVO:

De todas las opciones, seguramente sea la menos agradable de aplicar. Pero el huevo es una fuente de vitamina E y proteínas que fortalecen las raíces capilares para así, evitar que se debiliten. Además, la yema del huevo contiene ciertos compuestos grasos que humectan de forma natural y combaten la resequedad. Lo que hace el huevo es actuar como un acondicionador, lo cual aporta muchísimo brillo y sedosidad. Solamente lo batimos bien para que la clara y la yema se integren y listo. Se puede aplicar en cuero cabelludo, raíces, medios, largos y puntas haciendo masajes como si fuese una mascarilla, una vez cada quince días. Dejar actuar veinte minutos, enjuagar con agua fría (muy importante, ya que con agua caliente puede llegar a cocinarse el huevo) y luego lavar como normalmente lo hacemos.

 

Existen múltiples combinaciones de estos productos para poder lograr el resultado que busquemos según lo que cada tipo de pelo necesite. Lo importante es ir probando con distintos ingredientes y prestar atención a qué nos va funcionando mejor. Probablemente al aplicarlos la primera vez los resultados no sean altamente notorios, por eso es importante tener constancia en su uso. Si tienen alguna duda o quieren algún consejo específico pueden preguntarme en los comentarios o en mi twitter o instagram que soy @femintonella. Gracias por leer y hasta el próximo De La Cabeza!

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