Visita a Hong Kong para saber
¿CUÁL ES TU PERFIL DE VIAJERO?
Rascacielos, templos budistas, lo último en dispositivos tecnológicos y mercados callejeros, sin dejar de mencionar los mejores lugares para tocar las nubes con las manos: Hong Kong. Ex colonia británica, actualmente una Región Administrativa Especial de la República Popular de China, que alberga más de 7 millones de residentes y unos 60 millones de turistas por año en una superficie de 1100 km2, de los cuales casi 50 están bajo el agua.
Con una gran variedad de actividades, un recorrido por algunos rincones de Hong Kong puede ser útil para ayudarte a responder ¿cuál es tu perfil de viajero?
VIAJERO URBANO. Preferís elegir los destinos de tus viajes entre las principales ciudades del Mundo, postergando aquellos en los que no hay servicios básicos como agua corriente o electricidad.
En la isla de Hong Kong, hay mucha gente, poco espacio y nada de tiempo. Eso significa que, en determinadas horas del día, caminar por las calles es difícil y podemos recibir el empujón de un transeúnte. Esta foto es excepcional, ya que en las angostas veredas están circulando apenas algunas personas. Según me explicaron, los hongkoneses suelen estar muy apurados y por eso, no piden permiso ni esperan a encontrar un hueco entre la gente. Para quienes no quieren tomar el riesgo de poner en práctica la técnica del empujón en una sociedad que no es la propia, pueden decir “Ng ho yi si” para pedir permiso. En los negocios, sucede algo similar: al atender a los clientes, los empleados priorizan la velocidad a la atención. ¡Por eso, practiquen la pronunciación de “Ng goi” (gracias) para que puedan decirla antes de que los despachen!
VIAJERO DEPORTISTA. Te gusta entrenar y, al viajar, priorizás actividades en las que puedas combinar turismo y deporte.
Victoria Peak es uno de los íconos de Hong Kong. Se trata de una montaña con mucha vegetación, algunas casas y, en el punto más alto, un mirador (“Peak Tower”) y un centro comercial (“Peak Gallery”). Saqué esta foto al llegar arriba: como pueden ver, está bastante nublado y vale la experiencia de subir para quienes algunas vez quisimos saber qué se siente tocar una nube. Durante la subida, se siente el alto porcentaje de humedad y, cerca del pico, aumentan las posibilidades de lluvia. El camino hacia arriba no toma demasiado tiempo ni es súper exigente, en cuanto a la pendiente del terreno. Sin embargo, visitar un rato Peak Gallery o Peak Tower son una buena opción para comprar una bebida bien fría o pasear sin un rumbo determinado y refrescarse con el aire acondicionado. Otra experiencia que recomiendo para hacer hiking es Dragon’s Back. Si el hiking no los convence o quieren, además, correr un poco, los runners tienen varios parques y una larga costanera.
VIAJERO FOODIE. Antes de sacar el pasaje, investigás cuál es la comida típica del lugar, tenés un estómago resistente a nuevos sabores y nunca te negás a probar nada.
Dicen los expertos que en Hong Kong se consiguen los mejores dim sum (unas masas hervidas rellenas de cerdo, verduras o camarones). Dependiendo del restaurante, se los servirán en una fuentes de bambú o en un caldo. Otras opciones para probar en Hong Kong son el pato y el cerdo grillados (en el plato central de la foto), una versión regional del té con leche y un dulce que consiste en queso tofu con miel. Luego, como se trata de un lugar cosmopolita, es fácil encontrar comidas de varias nacionalidades como koreana, tailandesa, italiana, francesa, inglesa e incluso argentina.
VIAJERO PREPARADO. Empezás a hacer la valija con un mes de anticipación y revisás el pronóstico del tiempo cada día de la semana previa a tu viaje.
Si ni el hiking ni el running son lo tuyo, te recomiendo que de todas formas lleves un calzado cómodo: muchas calles tienen pendiente y escaleras. Es conveniente, además, que aquellos que planifiquen su visita a Hong Kong entre mayo y agosto, chequeen sus suelas porque llueve bastante. Evitar resbalarse sería el único cuidado que deberían tener: por lo demás, la ciudad es segura, incluso durante la noche.
VIAJERO EXPLORADOR. Después de haber recorrido los lugares más populares y cercanos de donde estás viviendo, buscás puntos más exóticos, de esos a los que se llega utilizando botes o tractores.
Hong Kong cuenta más de 200 islas. En la más grande, Lantau, visité este pueblo de pescadores. Es pequeño y se recorre en varios minutos. Hay puestos con productos de mar disecados y restaurantes especializados en mariscos. De todo, lo más divertido fue el paseo en lancha a mar abierto para ver delfines rosados.
VIAJERO ESPIRITUAL. Quizá, no practiques una religión específica ni medites cada día, pero sí te atraen las diferentes manifestaciones religiosas que existen en distintas partes del Mundo.
Este Buda gigante también está en Lantau. Su tamaño puede apreciarse ya desde el teleférico que se toma a metros de la estación de MTR “Tung Chung”. El servicio del funicular, que se llama NGONG PING 360, ofrece la opción de hacer el camino ida y vuelta: algo que recomiendo sólo a los ultra fanáticos de este medio de transporte. La estatua de Buda quedó inaugurada en 1993 y para su construcción se tuvieron en cuenta las reglas del feng shui: está de espaldas a la montaña y mira hacia el agua. En su interior, están las tumbas de algunas celebridades de Hong Kong. Para verlo más de cerca, pueden subir hasta el Buda. No se dejen asustar por la escalera: no es ni tan larga ni muy empinada. Al descender, pueden dar un breve paseo por el pueblo de Ngong Ping, donde verán el Monasterio Po Lin, un puesto de comida vegetariana y, ¡atentos! algunas vacas.
VIAJERO FANÁTICO DE LOS RECUERDOS. Al regreso, gran parte de tu valija está repleta de souvenirs y, con cuidado, llevás los más frágiles en una bolsa aparte con vos.
Por supuesto que en Hong Kong hay tiendas especializadas en recuerdos pero, si preferís llevar regalos más personalizados (aunque no digan “Recuerdo de Hong Kong”), te recomiendo visitar los mercados que hay en diferentes calles de la isla. Podés comprar ropa, accesorios y antigüedades para amigos y familiares, así como probar nuevas frutas y verduras, pescados, tofu o comidas hechas. Quizá, no encuentres nada fascinante pero, como experiencia, vale la pena dar una vuelta por algunos puestos. En cualquier caso, la isla tiene muchos y magníficos shoppings, con las principales marcas de todo el Mundo.
ESPECTADOR. Cuando estás en una nueva ciudad, asumís el rol de un niño, dejándote fascinar por los rincones más sorprendentes.
Los edificios ubicados en la zona portuaria hacen por las noches unos juegos de luces maravillosos. Algunas empresas alquilan el servicio a modo de publicidad. Sea desde la costanera o desde arriba de un ferry, es recomendable dedicarse a mirar el show, al menos por unos minutos. No se trata de otro atractivo turístico, sino que muchos locales concurren al lugar para encontrarse con amigos y desconectarse al terminar la jornada laboral.
¿Pudiste identificar cuál es el perfil de viajero que te corresponde? Si todavía no estás seguro y estás hace un tiempo pensando en hacer un viaje lejos, Hong Kong puede ser una gran opción para ponerte a prueba. A los que estén planeando darse una vuelta por allí,¡escribanme! 🙂
Jenn
Que lugar mágico e increible, no? Quienes conozco que fueron, quedaron alucinados, la verdad siempre quise ir, pero creo que ya se me pasó el momento…despues de los 30 uno prioriza la comodidad y el descansar en serio, y la verdad no me veo viajando mas de 24hs, escalas, los chinos que comen con la boca abierta en el avion, olores, etc….los dos ultimos años solo quise playa!!! por suerte viajé bastante de mas chica, pero ahora no quiero hacer absolutamente nada, o en todo caso con una cervecita en la mano 😉
Sí, coincido, Belén: viajar no es siempre descansar. Como mencionás, las horas de vuelo, las escalas y la convivencia con culturas nuevas implican un esfuerzo: eso que llamamos «salir de la zona de confort»
Quizá, estés pasando por una etapa y vuelvas a viajar de manera compulsiva en un años, jejeje!! ¡¿Quién sabe?!
Y si no, te tomo como modelo para abrir una nueva categoría de viajero: «la que va con una cervecita en la mano». Sería el perfil de alguien que quizá no tiene muchas ganas de recorrer cada rincón y probablemente regrese a casa sin haber hecho un solo tour. Elije un destino que conoce o que, por algún motivo, le resulta familiar, cercano.
No necesita pedirse vacaciones en el trabajo porque le bastan los días del finde. Una persona para quien «explorar» significa encontrar nuevos lugares cómodos para dormir siesta. Una persona feliz, sin más pretensiones que hacer una pausa real. No lleva relojes ni calendarios y le pide a un amigo responsable que un día, a determinada hora, le mande un whatsapp, recordándole que tiene que tomarse el avión o micro de regreso.