Viajar con objetos cotidianos: Hawaii

Cada vez que me lavo la cara a la noche, me traslado virtualmente al supermercado de Puerto Montt (Chile), donde lo compré. Del mismo modo que la ropa interior me lleva a un local de Moscú, la campera a Tokio y los chicles a la city porteña: los mejores son, lejos, made in Buenos Aires.

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Colores desde las alturas de Hawaii. El cielo y el mar parecen una única y misma realidad. Hawaii, Estados Unidos – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

Están quienes al viajar hacen un paso obligatorio por la tienda de souvenirs. Otros, hacen una búsqueda más personalizada de los regalos que quieren llevarse de un lugar en particular. Además de los objetos, las fotos y las historias componen el esqueleto de lo mejor de un viaje: los recuerdos. Ningún viaje es tan largo – por más que haya durado un fin de semana – como el que se queda en nuestra mente. La parte más interesante es que podemos regresar en cualquier momento. Basta un jabón, una selfie en la playa o un sabor único para revivir la experiencia.

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Amanece en Hawaii. Los viajes que salen temprano no son mis favoritos: me encanta dormir. Aunque normalmente me despierto entre las 6.30 y las 7 am, el día de vuelo madrugador, programo la alarma alrededor de las 4 am. Lo bueno de hacer estos desórdenes al despertador biológico son amaneceres como estos. Hawaii, Estados Unidos – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

Hoy, nos vamos todos a Hawaii. Los que ya estuvieron y los que todavía no conocen. La propuesta es conocer un poco más sobre estas islas a partir de esos elementos y actividades que tenemos al alcance de nuestra mano todos los días.

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Árboles con lianas en medio de la ciudad. Son varios los espacios verdes que hay en Honolulu. Además, por lo general, son enormes. Por ejemplo, en la foto se ve una parte muy pequeña del parque que cruzaba, camino al supermercado. (Der.) Más lianas esta vez, frente al mar. Como les decía, hay taaaaaantas plazas en diferentes partes de Honolulu que incluso conviven con las playas. En un espacio como el que se ve en la foto, tres veces por semana, se organiza un espectáculo libre y gratuito de danza hawaiana con música en vivo. Hawaii, Estados Unidos – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

Bananas Dole

La banana si no es Dole es Chiquita. Difícilmente, encuentren un sticker pegado sobre la cáscara que no sea de ninguna de estas dos empresas. James Dole en 1851 fundó su primera plantación en Hawaii. Además de continuar las funciones propias del negocio, hoy este lugar es una atracción turística más.

Amo la banana pero no tuve la necesidad de visitar la plantación Dole. En cambio, me bastó con probar esta fruta y otras cultivadas allí: piñas y avellanas. Todo delicioso. Lo mejor de todo es que, a diferencia de lo que pasa en varias ciudades, en Honolulu -¡qué genialidad!- el ananá es muy barato. En lugares así, más que en ningún otro, tiene mucho sentido eso de “Hay que comer productos locales.”

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¡No son bananas, lo sé! =D Miren este helado experimental. Hay una heladería que “heladifica” sabores conocidos pero que tradicionalmente no vienen en formato de crema helada. Por ejemplo, hacen sus propias versiones de los cereales más populares de Estados Unidos como “Froot Loops” y “Cinnamon Toast Crunch”. Hawaii, Estados Unidos – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

Amadas Havaianas

Las ojotas más cancheras de la historia que lograron conquistar la ciudad, más allá de la playa. A pesar de su nombre, muchos ya saben a esta altura que el origen de las Havaianas es brasilero. Para sumar nacionalidades, el diseño estuvo inspirado en las sandalias que usaban los cosechadores de arroz en Japón. ¿Por qué ese nombre, entonces? Porque Hawaii ya en esa época, principios de los 60s, representaba un destino de vacaciones ideal para vivir unos días en el paraíso. Un estilo de vida no tan diferente al de varios puntos de Brasil: temperaturas altas, playas, Sol y pies libres.

La Havaiana, en Hawaii, no es especialmente popular. Hay también otros modelos de calzado. Incluso, teniendo en cuenta que pasan horas en el mar, muchos andan simplemente descalzos.

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Turistas y locales se quedan en la playa hasta tarde. El atardecer es el momento favorito de todos: el agua del mar sigue calentita y, poco a poco, aparece un juego de sombras que hacen las palmeras y el relieve de la arena. Hawaii, Estados Unidos – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

La película “Pearl Harbor”

El 7 de diciembre de 1941, un poco antes de las 8am, Japón atacó la isla de O’ahu, base militar estadounidense. Con el objetivo de ganar territorio, la armada nipona seguía una estrategia contundente: paralizar a los soldados y marinos de Estados Unidos. El componente clave fue el efecto sorpresa. Nadie en la isla esperaba esta ofensiva y sólo lograron improvisar una defensa para el segundo ataque, media hora después. Los amantes de la historia y/o cinéfilos, pueden recordar el episodio en la película “Pearl Harbour”, que tuvo a Hawaii como uno de los lugares de rodaje.

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Una de las vistas al Memorial Arizona. Hawaii, Estados Unidos – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

Hoy, es posible visitar el lugar real de los hechos. The World War II Valor in The Pacific National Monument es uno de los parques nacionales de Estados Unidos y cuenta con distintas estaciones (museos, anfiteatro, centro de investigación, galerías) que recorren esta parte dolorosa de la historia del país. Quizá lo más fuerte del lugar sea el memorial construido sobre las ruinas reales del acorazado Arizona.

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El acorazado Arizona, hoy convertido en memorial, también es hogar de peces de todos los colores. Hawaii, Estados Unidos – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

Viernes informal o Casual Friday: ¿su origen está en Hawaii?

Preguntarse el origen de las cosas buenas no es algo frecuente. Normalmente, las dudas están motivadas por eso que más detestamos: ¿A quién se le ocurrió el doble tilde azul de Whatsapp o el “Visto” del Facebook Messenger?, por ejemplo. Sin embargo, cuando algo es muy bueno, puede ser que también nos preguntemos cómo surgió. Sin ir más lejos, recuerden la frase de Marilyn Monroe que pasó a la historia: ‘No sé quién inventó los tacones altos, pero todas las mujeres le deben mucho.’

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Con playas así, podemos engañarnos y decir que todos los días son viernes. Hawaii, Estados Unidos – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

Levante la mano quién, en algún momento, quiso saber de dónde viene el Casual Friday o Viernes informal. Cuenta la leyenda que todo empezó en Hawaii con la icónica camisa hawaiana, también conocida como camisa aloha. Estas prendas fueron creadas en la década del 30 con retazos de kimono (ya en esa época existía una importante población de inmigrantes japoneses). Rápidamente, su uso se volvió popular, al punto de ser representativa de las islas. Hacia los 60s, los empleadores autorizaron a los oficinistas a vestir, sólo los días viernes, la camisa aloha. Difícilmente exista una prenda más relajada (¡sin dejar de ser decente!) para ir a trabajar.

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Otro “viernes” de playa. Hawaii, Estados Unidos – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

La primera camisa aloha que vi fue en el aeropuerto: el empleado de migraciones tenía una con flores azules. La emoción rápidamente se duplicó al darme cuenta de que el conductor de la combi también llevaba una, igual. Con los días, entendí que las empresas diseñan sus uniformes a partir de la camisa aloha. El otro grupo de fanáticos de este atuendo son los turistas.

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Sabés que estás en Hawaii cuando en la puerta del 7eleven leés un cartel que dice “Aloha”. 7-Eleven, la cadena de tiendas multirubros más grande del Mundo, también tiene sucursales en Hawaii con productos y decoración que siguen el gusto local. Hawaii, Estados Unidos – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

“¡Aloha!”

A veces, empiezo los mails con un “¡Aloha!” (Sí, todavía escribo mails). Capaz, el resto del mensaje no es tan arriba como el saludo, pero ese primer momento transmite una alegría, una energía, una playa (?) IN DIS CU TI BLES! No es casual que, de hecho, además de significar “hola”, “adiós” y “amor”, también quiere decir “simpatía”, “amabilidad”, y “compasión”. De alguna manera, el “aloha” es la base de la cultura hawaiana.

Algo que me llamó la atención es la tranquilidad que se respira en Honolulu. Recuerdo una tarde que entré a un negocio preguntando por pañuelos descartables (venía de un resfrío power importado de Hong Kong) y el vendedor me dijo un largo, sostenido y armónico: ”Noooooooooouuuu” Se tomó su tiempo y respondió tan relajado como estaba. La situación era difícil para mí: de verdad necesitaba los pañuelos pero esa forma tan linda, inesperada y un poco graciosa de contestar, hizo que me lo tomara con calma. Hay algo de “hakuna matata” en el “aloha”.

Hora de embarque

¿Ya conocían algunas de estas historias? ¿Saben otras que quieran sumar a la lista? Hasta aquí, Hawaii. Espero que hayan disfrutado el recorrido y sigan ahí, preparados para el próximo viaje. Saliendo de Honolulu, no estamos muuuuuy lejos; sin embargo, el reloj adelanta 18 horas y el escenario cambia radicalmente. ¿Se imaginan qué lugar puede ser? Mientras hacen cálculos matemáticos y pispean el mapa, los invito a escribirme y pasar por mi Instagram. Besooos!

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