Hoy, traigo uno de los temas que muchos consideramos al encarar un viaje: el cuidado de nuestra salud. Lejos de alarmar, me gustaría compartir algunos trucos para aprovechar plenamente cada día.

En Beijing, tuve que reprogramar la visita a la la Gran Muralla porque el día en que originalmente había pensado hacerlo, me sentía muy mal: todos los síntomas de una gripe durísima. Cama y lo mejor de la medicina oriental con un poco de la occidental fueron el alivio necesario. Beijing, China – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

Viajero precavido, vale por dos

Además de tener el pasaporte al día, comprar los pasajes y preparar la valija, mantenernos saludables es una de las cuestiones más importantes, siempre; más especialmente, antes de viajar.

BOTIQUÍN. Llevar lo mínimo e indispensable para salir del paso, al menos, hasta encontrar la farmacia más cercana. ¿Por dónde empezar? Curitas, analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos, antieméticos (para tratar las náuseas y vómitos), antihistamínicos y loperamida o pastillas de carbón. Al pack básico, le sumaremos provisiones más específicas según sea nuestro destino: por ejemplo, un repelente para insectos en el caso de los países afectados por enfermedades como el dengue, malaria, la fiebre amarilla y la chikungunya. Por último, un botiquín de viaje puede salvarnos en lugares donde el acceso a los medicamentos es engorroso: sea por escasez, dificultades con el idioma, o la necesidad de prescripciones.

Instrumentos médicos de otro tiempo en una feria de antigüedades en Atenas. Atena, Grecia – Septiembre 2016. Ph.: Jennifer Micó

CONOCER LA ESCENA LOCAL. Preguntas que vale hacer son ¿hay alguna enfermedad especialmente peligrosa? ¿necesito vacunarme para ingresar al país? ¿conviene reforzar alguna vacuna?

MEDICINA DEL VIAJERO. Google, WikiTravel y demás herramientas cibernéticas pueden estar muy bien para tener una idea inicial sobre la salubridad del país al que vamos. Sin embargo, no está demás pedir un turno con un médico del viajero. Tienen un sistema de información muy desarrollado y completo. Otra ventaja de la visita es que en estos centros suele ser posible darse las vacunas necesarias.

La comida callejera es muy tentadora y da la posibilidad de probar los sabores locales rápidamente. Si bien suelen ser muy cuidadosos de las medidas de higiene, vale informarse sobre cuáles son los puestos seguros. En Bangkok, recientemente prohibieron muchos de estos tradicionales stands. Bangkok, Tailandia – Junio 2016 Ph.: Jennifer Micó

Algunos problemas de salud más comunes en los viajeros

DIARREA DEL VIAJERO. Los síntomas serán más o menos los mismos aunque los motivos pueden ser varios: bacterias, virus o protozoos. Más allá de las medidas que tomemos para evitarla (usar agua embotellada en bebidas e higiene bucal, no consumir verduras crudas ni tragos con hielo, lavar y pelar las frutas) hay lugares, como muchos países del sudeste asiático, en los que es particularmente difícil zafar una descompostura. La explicación de los médicos es que incluso los cuidados más minuciosos no siempre pueden contra los microorganismos locales. O sea, lo que nos cae mal a nosotros -en tanto turistas- no necesariamente sea dañino para quienes nacieron o viven hace muchos años en ese lugar.

A veces, las condiciones bromatológicas son excelentes pero es nuestro cuerpo el que no asimila bien un determinado plato. Lo mejor, para no privarse ningún gusto, es hacer una consulta con el gastroenterólogo antes de viajar. Lima, Perú – Abril 2017  Ph.: Jennifer Micó

DESGARRO, FRACTURAS, CAÍDAS. Podemos accidentarnos de la forma más heroica o de la menos elegante. Si entrenamos también durante nuestros viajes, es necesario cuidar los pequeños detalles: precalentamiento, calzado óptimo para el tipo de actividad, descanso, hidratación. Siempre es deseable gozar de un buen estado de salud pero es fuera de casa donde debemos estar más atentos, ya que al estar en movimiento y expuestos a cambios constantemente necesitamos un cuerpo (y una mente) fuerte.

Conocer los remedios caseros locales es parte del viaje. En Japón, por ejemplo, los fideos soba (hechos con harina de trigo sarraceno) son considerados uno de los alimentos más saludables. No sólo la pasta: en los restaurantes especializados también sirven el agua de cocción. Los que saben, aseguran que es muy bueno beberla. Kyoto, Japón – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

PICADURAS DE INSECTOS. Las áreas rurales pueden requerir mayor atención, pero hay zonas urbanas también afectadas. No es necesario, ni justo, perderse visitar lugares por temor a las picaduras. Basta con llevar una batería de repelentes, ropa que nos cubra y pomadas, además de la protección que nos pueden dar las vacunas adecuadas.

APUNARSE. En caso de aparecer, los síntomas pueden sentirse al subir o al bajar. Lo mejor, como suele suceder en cada momento de los viajes, es seguir las recomendaciones de los locales. Los remedios caseros, que pasen el filtro de nuestro criterio, seguramente repondrán en minutos hasta al más apunado del grupo.

GRIPE. Sí, existe una vacuna pero no debemos confiar ciegamente en ella. Todo puede fallar. Cada uno conoce más o menos bien cuáles son los remedios y las sopas que mejor le funcionan. En cualquier caso, para la gripe, nada como la cama. Quizá sea una decisión dolorosa quedarnos al menos uno o dos días en la habitación. Pero a veces, con el trajín de las actividades, el clima nuevo, la diferencia horaria y demás, el cuerpo necesita un descanso efectivo para recargarse.

¿Qué pasa si me enfermo durante un viaje?

ASISTENCIAS AL VIAJERO. La oferta es cada vez más variada. Además de dar tranquilidad, muchas veces, es un requisito para ingresar al país. Tal es el caso de Cuba, por ejemplo.

No son objetos que pertenecen estrictamente al botiquín pero que vale la pena incluir en la valija: calzado cómodo (para evitar dolores y ampollas), protector solar, antifaz y tapas de oídos para dormir bien. La foto es de una divertida zapatería en Hong Kong. Hong Kong – Abril 2016 Ph.: Jennifer Micó

CONSULTAS CON TU PROPIO MÉDICO. Si bien no todos los médicos son partidarios de compartir sus datos de contacto con los pacientes, algunos sí lo consideran como una opción válida, especialmente cuando hay un viaje de por medio. Dirección de correo, un teléfono o Whatsapp: simplemente con tener la posibilidad de comunicarse ante una situación crítica -sin abusar- puede ser la mejor solución. En salud, atender una dificultad a tiempo es clave.

¡A tu salud!

Somos vulnerables a tener algún inconveniente con nuestra salud en cualquier momento, incluyendo los viajes. Por algún motivo, nos olvidamos de esto y nos gusta pensar que, al menos durante nuestra visita en otro lugar, somos fuertes, todopoderosos e invencibles. Basta con estar preparados y, en caso atravesar un problema de salud, saber qué pequeños cambios tenemos que hacer en nuestro itinerario para seguir disfrutando.

Eso fue todo por junio, nos encontramos la próxima!

Cuidense,

Besos,

Jenn

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