Puede que te guste el diseño o no, pero como diseñadora de interiores quiero contarte que el diseño es mucho más que poner un cuadro en una pared y un par de decoraciones lindas en un estante. El diseño es lo que define la funcionalidad de un espacio y hace que sea más útil y cómodo para nosotros.
Por eso hoy quiero contarte los tips más básicos a la hora de diseñar cualquier espacio, para aprovecharlo al máximo y hacer que ganes en calidad y funcionalidad. Lo primero y más importante es definir la función o funciones del espacio, qué vas a hacer ahí. Puede ser: dormir, mirar tele, comer, pintar, estudiar y mucho más. Definir las actividades que vas a hacer en ese espacio te ayudan a saber qué muebles vas a necesitar.
Ya con los muebles necesarios en mente, tenés que estar segura de que todo entre perfectamente en el espacio y también haya lugar para moverse. Acá te recomiendo que saques la medida de tu espacio y de los muebles que vas a poner, para ver cómo organizarlos de la mejor manera. Podés hacer un dibujo de la planta a escala e ir probando distintas opciones.
Lo ideal es dejar unos 60 centímetros de paso entre un mueble y otro, esta es la medida mínima para caminar cómodamente. En el caso de las sillas por ejemplo, se deja generalmente 1 metro entre la mesa y el siguiente objeto para poder mover y usar la silla sin bloquear el paso. Tené en cuenta estas medidas a la hora de armar tu ambiente y hacerlo más cómodo.
Después de haber encontrado la distribución ideal de los muebles, es importante que tengas en cuenta la iluminación del espacio. Si tenés una entrada de luz natural, asegurate de no bloquearla con ningún mueble y si vas a usar cortinas, podés optar por unas de tela fina para que siempre pase la luz.
Además, todos los espacios tienen que tener luz artificial para que sean útiles, porque sin ella no podríamos ver nada en la noche. La luz artificial en un espacio puede ser de tres tipos: luz general, puntual o decorativa.
La luz general es la que ilumina todo el espacio, como la lámpara de techo. Por otro lado, la luz puntual es la que sirve para hacer tareas específicas, como una lámpara para leer o estudiar, es una luz dirigida que ayuda a que no forcemos la vista. Y la última, la luz decorativa es la que sólo decora, como un cartel de neón, que es muy lindo para fotos, pero no ilumina casi nada.
Una vez que tu espacio está equipado con todo lo necesario para hacerlo funcional y cómodo, llega la hora de decorar, probablemente el momento más divertido. Esta es la oportunidad de darle a tu espacio tu toque personal con cuadros, murales, fotos, almohadones, alfombras y muchísimo más.
Espero que este post les haya gustado y les sirva para diseñar sus espacios,
¡Hasta la próxima!
Agos