Me gusta mucho conocer y visitar casas donde vivieron en algún momento de su vida grandes personalidades de la historia.
Recorrer sus habitaciones, ver sus objetos, imaginármelos ahí mismo. Cómo sería su día a día o cuál fue su lugar favorito del lugar.
Además de tener un gran contenido histórico, con objetos de época, estos lugares tienen la fuerza de quienes los habitaron.
Entrar a la Casa Azul fue sentir la energía de Frida en el ambiente. Con este sitio no puedo ser muy objetiva, porque soy fan de ella desde siempre y conocer esta casa era uno de mis sueños.
Pero al estar allí sentí algo que es muy difícil expresar con palabras.
Hoy convertida en el Museo Frida Kahlo, queda en la calle Londres en Coyoacán, uno de los barrios más lindo de la Ciudad de México.
El Museo abrió sus puertas algunos años después del fallecimiento de la artista. Pero hasta ese entonces y desde 1904 perteneció a la familia Kahlo.
Un gran patio es el conector entre los distintos lugares de la casa.
Una audio-guía te llevará por cada rincón y en cada lugar vas a encontrar o sentir a Frida.
Diego Rivera, marido de la artista y famoso pintor Mexicano, también vivió en ella y su huella también está allí.
Lo más increíble de este lugar es que al día de hoy hay espacios intactos que no han sido modificados, como por ejemplo la cocina, y eso la hace aún más mágica.
En la habitación podemos ver la cama de Frida, donde por culpa del accidente que tuvo, pasó gran parte de su vida.
En ella encontramos un espejo sobre la parte superior que usaba para pintar sus autorretratos.
También está el taller, donde se encuentran sus pinturas y hasta su silla de rueda.Y aunque dicen que este espacio fue reconstruido, se respetó la esencia de los artistas y se colocaron los objetos como alguna vez estuvieron.
Toda la casa, incluso el jardín está decorada con piezas prehispánicas y objetos de la cultura mexicana.
En una de las habitaciones está la urna con las cenizas de Frida.
Recorrer sus espacios fue una experiencia increíble. Sentir un poco más cerca a Frida también.
Es una actividad que le recomiendo hacer a todo aquel que visite el DF.
En Chile, más precisamente en Santiago y en Valparaíso visité dos de las casas que pertenecieron a Pablo Neruda: La Chascona y La Sebastiana.
La Chascona está ubicada en el barrio Bellavista en Santiago y dicen que Neruda la construyó para Matilde Urrutia, su amante y que la bautizó así porque era el apodo con el que él la llamaba.
Según nos contaron, una ventana se puede ver camuflados entre los hierros sus iniciales.
La construcción estuvo a cargo de un arquitecto catalán de apellido Rodriguez Arias, pero el poeta estuvo en cada detalle.
Por ejemplo, para el living hizo traer del sur del país unos troncos de ciprés que él mismo se encargó de buscar.
La casa cuenta con comedor, cocina, bar, bibliotecas y habitaciones.
En ella hoy también hay una pinacoteca donde hoy se conservan obras de importantes artistas chilenos y extranjeros de todos los tiempos.
Unos días después del fallecimiento de Neruda, justo cuando fue derrocado el presidente Salvador Allende la Chascona fue atacada por vándalos que destruyeron gran parte de ella provocando que está se inunde.
Matilde decidió velar de todas formas al poeta allí y luego se encargó de arreglarla.
Ella vivió allí hasta su muerte, luego La Chascona se convirtió en museo.
Esta casa me encantó, todos los detalles son increíbles, cada parte está cuidada y equipada con sus respectivos objetos.
Cuenta con un sistema de audio-guía que te lo dan en la entrada y esto hace que el recorrido sea más agradable ya que te van contando los secretos de la casa a medida que la vas recorriendo.
Dentro de ella no se puede tomar fotos, pero si en los jardines. También hay una tienda donde una vez finalizada la visita puedes llevarte un recuerdo.
Cansado un poco de Santiago, Neruda decide instalarse por un tiempo en Valparaíso y para eso busca una casa que no esté tan alta ni tan baja, alejada de los vecinos. Moderna pero original y que no se incomoda.
Lejos del bullicio pero cerca de comercios y lo más importante, con vista al mar.
Parecía imposible encontrarla pero tuvo suerte y dio con un caserón en el Cerro Florida y como esta era grande para él, decidió comprar solo la tercer y cuarta planta.
Toda la decoración de esta casa está relacionada a lo marítimo, por ejemplo las ventanas simulan claraboyas del barco.
La mayoría de los objetos que decoran esta casa eran recuerdos que Neruda se traía de distintos viajes.
En el primer piso se observa un caballo de madera traído desde París y una colección de botellas de colores de diferentes formas.
El bar del segundo piso era el punto de encuentro con sus amigosm allí Neruda se divertía preparándoles distintos tragos.
Pero sin duda, el espacio más lindo de la casa era su habitación.
Junto a su cama de bronce instaló una cómoda en forma de barco y
completa el cuarto un gran ventanal con vista panorámica a Valparaíso desde donde el poeta contemplaba el mar.
Sus casas son mágicas. Cada detalle, cada objeto nos vincula directamente con él. Son dos paseos obligados si están por la zona.
Les gusta visitar casas de personajes históricos? Cuál otra recomiendan?
Pueden dejarme sus sugerencias en los comentarios!
Hasta el próximo mes!
Noe
@noeramil