Cartas.

Hace unos 8 o 9 años, cuando todavía iba a la facultad, me olvidé de devolver un libro de la Biblioteca.

Lo que puede parecer una tontería, para mi en su momento significó mucho.

Un día de atraso en devolverlo podía significar una sanción y no podía tener ningún tipo de sanción (ni siquiera una de Biblioteca) si quería renovar al año siguiente la beca que cubría el 50% del arancel mensual de la facultad.

En su momento, entonces, significó mucho, pero en particular, mostró que no podía lidiar con una crisis.

En vez de concentrarme en buscar respuestas o soluciones, me enfoqué en hacerme mala sangre, en hacerme drama, y en pasarla definitivamente y decididamente mal hasta tanto pude ser capaz de devolver el libro y gestionar (con éxito) que no me sancionaran.

Pero, de algún modo, significo también algo bueno.
Pasado todo el incidente, y en lo que tal vez fue un atisbo de lucidez o de madurez a mis 18 años, me escribí.
Si, me escribí una carta a mi misma.

(Bueno, ahora que lo pienso dos veces tal vez fue un atisbo de locura o de demencia, pero dejémoslo en madurez que suena mejor.)

La cuestión es que me escribí una carta a mi misma. A esa Flor del futuro que de nuevo iba a encontrarse ante una situación que podía ser simple o nada dramática, pero que la iba a hacer colapsar, llorar, encerrarse y no pensar.
Me hable a mi misma pidiéndome no hacerme drama por aquellas cosas (o errores) que no podía cambiar, y pensar en soluciones para aquellas cuestiones que si estaban en mis manos.

Escribí todo a mano en una papel, y cuando terminé lo guardé en mi billetera, como para asegurarme de llevarlo siempre conmigo.

Perdí la cuenta de la cantidad de veces que en estos 8 o 9 años busque ese papel en mi billetera, lo desdoblé y me leí a mi misma diciendo que tenia que calmarme, que tenia que estar tranquila y que todo (o al menos todo lo que me toco enfrentar en estos años, que si, lo admito, tampoco ha sido tan grave) pasa.

Todo pasa en el sentido mas poético de esa leyenda del anillo de ese rey, y no en el menos poético y un tanto mas turbio que ha quedado tal vez asociado en la memoria de los argentinos por otro anillo en la mano de otro «rey» del futbol.

Lo paradójico es que esas palabras que escribí tardaron unos 6 o 7 años en calar hondo, en hacer efecto en esa Flor que se ahogaba en un vasito de agua de esos chiquitos que te sirven con el cafe.

Me costo muchísimas «mala sangre» autoinfligidas darme cuenta que tenia que soltar un poco mas y dejar pasar un poco mas las cosas, para en definitiva, estar mas liviana yo, mas tranquila, y mas contenta.

Lejos estoy de lo que uno podría entender como perfección, pero al menos siento que, mirando hacia atrás en el tiempo, crecí mucho, y que la Flor de 18 que tuvo un atisbo de madurez estaría contenta de saber que sus palabras hicieron efecto. Tardaron, si, tardaron, pero hicieron efecto.

El jueves de la semana pasada perdí el control.

Una charla, una foto, otra foto, y me descargué en un mail y en una conversación de whatsapp perdiendo lo que uno podría entender como reservas o reparos.

Es que soy «sincericida», es que no puedo callarme, es que voy de frente, o que me gusta decir la verdad, o que no puedo no decir lo que pienso.

Acumule todos esos justificativos (o todas esas excusas) para darme cuenta que había algo que no estaba haciendo bien.

Que parte de crecer es aprender cuando dar tu opinión vale la pena, y cuando el respeto y las buenas relaciones nos llaman a quedarnos callado.
Que parte de crecer es aprender que callarnos no significa no tener opinión propia, ni ser menos como somos, ni implica tener menos personalidad, sino simplemente saber cuando hablar y cuando preferir el silencio.

Que parte de crecer es aprender es saber que uno puede tener toda la razón del mundo, y aun así ser adulto es callarse el reproche al otro.

Tal vez la Flor del futuro necesite leer todo esto muchas veces antes de que cale hondo, pero al menos este es el primer paso.
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11 Comentarios

  1. Mailu
    3 noviembre, 2015 / 12:32 pm

    Te recomiendo que pruebes con Coaching. Posta, averiguá, te va a ayudar a entenderte a vos misma y vas a poder manejar esas crisis de angustia y esa ansiedad intensa autoexigente que tenes.

    No hay alguna forma que los links queden externos en todos los textos? De nuevo cuando entro se me abre en la misma página y me jode para leer.

    • Flor
      Autor
      3 noviembre, 2015 / 1:03 pm

      Ya arreglé los links, por defecto no se abren en una nueva ventana/pestaña.
      Fijate igual siempre que con clic botón derecho, podés abrirlo en una pestaña o ventana nueva.

      Y puede ser, nunca lo pensé, no se si existen programas abiertos de eso.

  2. 3 noviembre, 2015 / 1:54 pm

    Los problemas que ahora parecen grandes, el tiempo se encarga de hacerlos chiquitos, pero creo que es parte de crecer y aprender a desdramatizar. Te admiro por estas cosas.

    Te quiero.

  3. 3 noviembre, 2015 / 3:21 pm

    Me perdí mucho, lo se ajaja pero andaba en «esos problemas existenciales», de esos que te hacen replantear todo, quizás una vez mas.
    Me uno a la denominación de «sincericida», que a veces te provoca ser la mala casi en todo, pero es que me enseñaron a no callarme, y bueno, a veces trato para no joderme tanto. Es que si no lo hago, exploto.
    ¿Quién no se ahoga en un vaso?
    Levanto la mano hasta el techo, y me deprimo jajajaja
    Tener casi 28 también me hace mirar atrás muchas veces, y ver cuanto crecí, aunque poquitito pero cuenta.
    Te mano un beso enorme Flor.

    • Flor
      Autor
      4 noviembre, 2015 / 10:13 am

      Ou, veo que compartimos muchas cosas, eh?!
      Supongo que todos entramos en crisis, y a veces no sabemos que hacer, pero es en verdad nuestra capacidad y deseo de cambiar, lo que demuestra que tan preparados para las crisis estamos.
      A seguir creciendo <3

  4. Sara
    3 noviembre, 2015 / 5:41 pm

    Me encantó todo esto…y pues es así, crecer implica muchas cosas y dolorosamente aceptar el «todo pasa» aunque suene así de vacío… pero a la final si!! todo pasa…
    me gusta la manera en la que expones tus escritos, haces de algo no cotidiano (como escribirse a sí misma) a algo útil y un tanto poético algo tan TÚ 🙂

    Saludos desde Ecuador 🙂 <3

    • Flor
      Autor
      4 noviembre, 2015 / 10:14 am

      Ay! Gracias Sara!! <3

    • Flor
      Autor
      4 noviembre, 2015 / 10:16 am

      Gracias!!!

  5. Tamy
    10 noviembre, 2015 / 6:08 pm

    Ay Flor yo tambien sufro con la biblioteca de la Uade y tengo terror de olvidarme de devolver algun libro. Igual ahora se pueden renovar los prestamos por el webcampus, ideal para colgadas like me.
    Me encanto el post!

    • Flor
      Autor
      12 noviembre, 2015 / 9:41 am

      Si! Lo incorporaron en mi segundo año si no me equivoco 😉

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