Montañas nevadas, arquitectura de granito y edificios integrados a la naturaleza marcan la entrada al Principado de Andorra, pequeño país ubicado en los Pirineos, entre España y Francia. Tiene tan solo 468 km2, su capital es Andorra la Vieja y el idioma oficial el catalán. Es conocido por sus complejos de esquí y por su estado de paraíso fiscal.
Fuimos en auto desde Barcelona; Andorra está a solo dos horas y media, aunque vale la pena aclarar que los fines de semana viaja mucha gente, especialmente en temporada de esquí, con lo cual la vuelta puede ser un poco pesada.
Nos quedamos en el Golden Tulip Andorra Fenix Hotel, ubicado en la zona comercial más importante del principado, Escaldes, se trata de una de las parroquias en las que se divide el territorio que está organizado en siete. El hotel tiene restaurante, piscina climatizada en el último piso, distintos sectores de relax donde tomar limonada, té y golosinas durante todo el día y una gran terraza. Y es muy accesible! Solo cenamos la noche del sábado en el restaurante, que ofrece una comida de tres pasos por menos de 20 euros y visitamos la terraza para sacarnos algunas fotos porque viajamos el último invierno y hacían un promedio de 6 grados.
Durante el sábado caminamos por la ciudad, almorzamos, fuimos a ver el atardecer a la Estación de Esquí Ordino y compramos algunas cosas, Andorra es libre de impuestos, así que si querés comprar especialmente perfumes y cosmética, no dudes en hacerlo acá. No solo es mucho más barato que Francia y España, sino que todos los productos provienen de Francia, así que son de excelente calidad. Además, muchos españoles hacen sus compras acá cuando vienen a pasar unos días: productos de supermercado (hay varios y enormes), cigarrillos y bebidas alcohólicas; todo tiene precios convenientes.
El domingo nos levantamos temprano y después de desayunar fuimos a conocer El Pas de la Casa, zona comercial y centro de esquí que limita con Francia. Nosotros no tuvimos tiempo de esquiar pero para los que quieran hacerlo, este es uno de los lugares más lindos, no solo por sus pistas y sus sectores fuera de pista, sino por su famoso après ski. En esta zona de Andorra la mayor parte de la población habla francés y es posible encontrar comidas y bebidas típicas del país vecino.
Además de las actividades de invierno, según nos contaron, Andorra ofrece muy buenas opciones si vas a visitarla en verano: ciclismo, lagos en la montaña, termas, cabalgatas y excursiones para compartir con amigos o en familia. Sumado a esto, el arte medieval dejó huellas en el principado a través de sus más de 40 iglesias.
Los andorranos presumen tener 90% del territorio formado por naturaleza y bosque, lo cierto es que una parte de Andorra fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en la categoría paisaje cultural y que muchos extranjeros la eligieron como su hogar, menos de la mitad de la población es autóctona. Ya sea en invierno a esquiar y a comer rico o en verano a disfrutar de sus montañas y prados verdes, es un excelente lugar para tener en cuenta si querés salir algunos días de la ciudad sin alejarse mucho. Nos leemos en breve!
Nat Ramil