Destacados de un recorrido tras la piel perfecta, los celulares de alta gama, una economía explosiva y el Gangnam Style.
Estándar de belleza coreana
Piel inmaculada, nariz definida, mejillas de durazno, labios color cereza. Cuanto más occidentales sean los rasgos, mejor. Para conseguir, o al menos acercarse a esta imagen, algunos recursos que emplean coreanos y coreanas son:
Cirugía plástica
- La más frecuente es la blefaroplastia (cirugía de doble párpado) y la segunda, la rinoplastía.
- Muchos recurrieron al quirófano al menos una vez.
- Es un regalo frecuente que los padres hacen a sus hijos al alcanzar la edad adulta.
- Para el 2020 se espera 1 millón de turistas para realizarse algún tipo de cirugía cosmética.
Productos
- Algunos cambian su textura: polvos que se hacen serums, aceites que se convierten en espumas y aguas que después son cremas.
- Los maquillajes no son tan importantes como los artículos para el cuidado de la piel.
- Varían humectantes y lociones según la estación del año.
- Entre los ingredientes naturales están el ginseng, la baba de caracol, el veneno de abeja, leche de camello y extracto de estrella de mar.
Hábitos
- Hombres y mujeres siguen una rutina de 10 pasos, que puede incluir hasta 18 productos.
- El mercado de productos masculinos crece un 9% cada año.
- Las mujeres gastan en productos de belleza el doble que las estadounidenses.
El barrio medieval copado de hipsters
La primera vez que leí sobre este distrito, pensé que era un parque temático. A veces, las reseñas de los turistas en plataformas como Tripadvisor pueden resultar confusas. Llegué, incluso, a buscar en qué horarios podría visitarla y cuánto costaba la entrada.
Sólo cuando, caminando por una calle que bordea el área, me pareció ver una construcción anacrónica decidí acercarme, entendí que ya hacía unos tres minutos que estaba en Bukchon Hanok.
Bukchon Hanok fue, durante 600 años, la aldea donde vivían altos oficiales del gobierno junto a sus familiares.
De 1392 a 1897, se construyeron y habitaron los hanok, casas coreanas tradicionales. Hoy, todavía conservan su apariencia histórica pero fueron renovadas y son sede de cafés, restaurantes y comercios de diseño en uno de los barrios más cancheros de Seúl.
La cárcel japonesa en medio de la ciudad
Seodaemun es la prisión que los japoneses construyeron en Seúl, hacia 1910, durante su ocupación. Ahí, torturaban y ejecutaban a los soldados coreanos asociados a movimientos independentistas. Cuando los nipones abandonaron Corea del Sur, los dictadores locales siguieron usando el recinto hasta 1987.
Hoy, se pueden recorrer los interiores e incluso experimentar algunos de los métodos de tortura. Por ejemplo, hay cabinas muy estrechas en las que se metían a los presos para quedarse horas en una posición incómoda: ni sentados ni totalmente erguidos.
Cada vez que tengo la posibilidad, voy a ex cárceles. Seodaemun tiene un perfil educativo, con textos y fotos informativas por todas partes. Además, el día que fui había varios grupos de estudiantes de primaria haciendo visitas guiadas. Tal vez por esa razón no me resultó tan aterradora como el presidio de Alcatraz en San Francisco, o la Old Melbourne Gaol, donde el impacto fue tal que me bajó la presión.
Rascacielos, realidad virtual, shoppings de 7 pisos
Hacia el final del viaje me acerqué al Seúl contemporáneo. Después de las hanok medievales y la prisión japonesa, me dediqué a recorrer el lado de la ciudad que más había visto en fotos de la capital de Corea del Sur.
Un viernes a la tarde fui a al barrio de Myeongdong. Varias calles son peatonales y están atiborradas de negocios con maquillajes y productos para la piel.
Entre comercio y comercio, no es raro encontrar puestos de souvenirs y de comida callejera.
Otro barrio propicio para hacer compras o recorrer vidrieras es Gangnam, al que Psy dedicó la canción con reproducciones récord en YouTube.
Hombres con trajes de Michael Kors, mujeres con accesorios Prada, comercios colosales y pantallas publicitarias son frecuentes en cada metrópolis. Sin embargo, pueden tener un impacto mayor en Corea del Sur: en sólo 60 años, el país tuvo un crecimiento económico extraordinario.
Abandonó el modelo agrícola de los 60s y, en 2016, alcanzó el puesto número 11 en el ranking mundial de las economías con mejor ingreso per cápita. Los factores del cambio fueron la alfabetización, el surgimiento de la clase media y la posibilidad que este sector social tuvo para exportar.
El metro cuadrado en el barrio Gangnam cuesta unos 10000 dólares. El precio es casi cuatro veces más que en el resto del país. Si bien hoy se puede comparar este distrito con el Beverly Hills californiano, hasta la década de los 80s era una de las áreas menos desarrolladas de Seúl.
Así como Myeongdong era originalmente residencial, Gangnam era tierra fértil para peras y repollos. En muy poco tiempo, vecinos y granjeros cedieron el espacio para comercios, oficinas, jóvenes locales y turistas de todas partes del mundo. ¿Qué imaginar para los próximos 50 años?
Hasta aquí llegamos con el recorrido por Seúl. Por supuesto, no me fui sin antes probar unas cuatro máscaras faciales: cada una de un color, una textura, un perfume y un efecto distintos. Nos encontramos la próxima! Jenn